ZUCKERBERG “LA LIBRO” EN EL CONGRESO DE EU, PERO AUN SIGUE EN LA MIRA

El CEO de Facebook se enfrentó a las preguntas de los congresistas sobre el caso de Cambridge Analytica y otros aspectos de seguridad de la red social.

Durante 14 años, Mark Zuckerberg pudo emplear libremente cualquier medio que se le ocurriera para que su red social llegara a ser un coloso de internet y de la publicidad con ingresos de decenas de millones de dólares.

Ahora el Congreso toma conciencia de lo que significó esa libertad para los usuarios de Facebook.

La primera declaración parlamentaria del máximo responsable, que respondió durante alrededor de 10 horas a legisladores del Senado y la Cámara de Representantes estadounidenses estos dos últimos días, dio inicio a una nueva era de control gubernamental de Facebook, cuyo rápido surgimiento superó cualquier reglamentación existente en el momento de su fundación.

Si bien las preguntas abarcaron desde la privacidad de los datos hasta las ventas de medicamentos bajo receta y la diversidad de los empleados, casi todas las líneas de investigación pusieron en evidencia lo difícil que es entender y hacer frente al inmenso poder que tiene Facebook sobre la vida de los consumidores, de maneras que la mayoría de sus usuarios no comprende del todo.

El Congreso analiza en forma más general el alcance de Facebook más allá de las filtraciones de datos de usuarios que llevaron a Zuckerberg a prestar declaración.

Si bien los inversores se sintieron alentados por las respuestas calmas del CEO de la red social al aluvión de preguntas, muchos legisladores han comenzado a expresar indignación por los modos en que la compañía ha manejado el negocio durante años.

Hubo docenas de preguntas no respondidas o complementarias a las que el ejecutivo prometió que su equipo respondería posteriormente, y es probable que algunos de sus puntos centrales no resistan un futuro análisis.

Zuckerberg, de 33 años, sostuvo con frecuencia, por ejemplo, que los 2 mil millones de usuarios de Facebook, no la empresa, son dueños de los datos que comparten a través de su red y que pueden decidir impedir que Facebook los tenga en el momento que lo deseen.

Esa argumentación casi funcionó hasta que la representante demócrata Kathy Castor, de Florida, y el demócrata Ben Luján, de Nuevo México señalaron que la compañía reúne datos personales sobre personas que no usan la red social y nunca firmaron un acuerdo de privacidad.

La compañía no hace un seguimiento de no usuarios con “fines de seguridad”, dijo Zuckerberg, sin ahondar.

 

No obstante, hubo otras preguntas relativas a la información que Facebook reúne sobre miembros que están desconectados de la red social, en sitios web que siguen a los usuarios de Facebook de maneras ocultas, opción que la compañía promociona abiertamente a los anunciantes pero que la mayoría de los usuarios desconoce.

Zuckerberg no supo cómo responder algunas consultas sobre ese seguimiento y dijo a los representantes que su personal se encargaría de hacerlo.

 

Los integrantes de ambas cámaras del Congreso señalaron también con insistencia a Zuckerberg el hecho de no haber vigilado el contenido de su plataforma.

En algunos casos, manifestaron la preocupación de que Facebook no apartaba el contenido nocivo con suficiente rapidez, como los perfiles falsos de personas que roban imágenes de personas reales, así como también las publicaciones que tratan de reclutar personas para ideologías terroristas.

“¿Dónde está su responsabilidad?” preguntó a Zuckerberg el representante republicano David McKinley, de Virginia Occidental, después de demostrar que todavía había en Facebook publicaciones que ofrecían ilegalmente medicamentos opiáceos.

En respuesta a las quejas de los legisladores sobre la forma en que Facebook maneja el contenido, Zuckerberg explicó que la compañía tendrá la posibilidad de controlar mejor su sitio cuando desarrolle una solución de inteligencia artificial, lo cual puede llevar meses o años.

Un sistema de ese tipo podría estar en condiciones de bloquear las malas publicaciones antes de que se difundan sin que los humanos deban tomar decisiones subjetivas en casos individuales.

Pero el CEO no mencionó que inteligencia artificial es sólo un término que describe un programa informático diseñado por humanos que pueden tener sus propios prejuicios, igual que el algoritmo de Facebook.

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